lunes, 18 de febrero de 2013

Palíndromo




Palíndromo


1. m. Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda.

Por ejemplo:

Anilina, Ojo, Reconocer, Allá, Aérea, Rapar, Sometemos, Oro

Dábale arroz a la zorra el abad.
Ana lleva al oso la avellana.
Anita lava la tina
O Rey o Joyero.
Echele Leche.
Se verlas al revés.
Así le ama Elisa.
Arde ya la yedra.
Lo tomo como tal.
Así Mario oirá misa.
La ruta natural.
Yo hago yoga hoy.
Adán no cede con nada.





domingo, 17 de febrero de 2013

Vía Crucis Extraordinario




Vía crucis

(Loc. lat.; literalmente, 'camino de la cruz').

1. m. Camino señalado con diversas estaciones de cruces o altares, que se recorre rezando en cada una de ellas, en memoria de los pasos que dio Jesucristo caminando al Calvario.
2. m. Conjunto de catorce cruces o de catorce cuadros que representan los pasos del Calvario, y se colocan en las paredes de las iglesias.
3. m. Ejercicio piadoso en que se rezan y conmemoran los pasos del Calvario.
4. m. Libro en que se contiene este rezo.
5. m. Trabajo, aflicción continuada que sufre una persona.


Hoy Sevilla tenia previsto realizar un Vía Crucis Extraordinaorio, catorce Hermandades iban a realizar el "Camino de la Cruz" a la Santa Catedral. 

La lluvia, aunque escasa, lo ha impedido, así que en vez de salir las imágenes a la calle, los sevillanos hemos ido a visitarlas a sus Iglesias, a sus Templos, a sus Capillas,... 

Ha sido una experiencia gratificante, entre unos motivos y otros, al final he hecho solita mi "Vía Crucis Extraordinario" por las calles de Sevilla.

Primero fuí a San Gonzalo, llegué a la Iglesia, a eso de las dos y media, cuando ví la cola, para entrar, me acerqué a la puerta, recé un Padrenuestro desde fuera y no la esperé, era impresionante la cantidad de personas que mueve esta hermandad.

Así que visto lo que me había acontecido, me dispuse a caminar por San Jacinto a buscar la Estrella, para ver qué me esperaba allí. Esta vez, la cola era menos larga, pero como las puertas del Templo estaban abiertas, y desde fuera se veía el paso con Ntro.Padre Jesús de las Penas, opté por hacer lo mismo que antes, estuve un ratito fuera, contemplando la imagen y me fuí sin esperar cola.

De allí me desplacé para ver la Esperanza de Triana, aunque esta hermandad no tenía que hacer el Camino de la Cruz, por cercanía a la zona en la que me encontraba, fui a visitarla, allí estaba en su altar ella, a su lado, en otro retablo aún sin terminar, tallado en madera, el Cristo de las tres Caídas, me senté frente a él, las personas haciendo fotografías a estas imágenes tan queridas entre los trianeros y recé.

Salí de la Capilla, giré a la derecha y llegué al Altozano, crucé el Puente de Triana y me encaminé hacia la Iglesia de los toreros, El Baratillo, andando andando pasé por La Carretería y por la Capilla del Dos de Mayo, más conocida como Las Aguas, no teniendo suerte en ninguna de ellas, ya que estaban cerradas a la hora que pasé, sobre las tres y media.

Por la calle Arfe llegué al Postigo y me entretuve viendo una Exposición de Artesanos de Sevilla, me di una vuelta por el mercado, sin comprar nada, crucé el Arco del Postigo, me paré y santigué al pasar por la Capillita La Pura y Limpia.

De ahí me dirigí hacia la Catedral, atravesé la Avenida de la Constitución y llegué a la Plaza del Salvador, la cola para llegar a la Iglesia, llegaba a la calle Córdoba, pero esta vez, tuve paciencia y como vi que iba rápida la cosa, me fui para el final para no colarme, al entrar dí un donativo y me colocaron una pegatina de la hermandad, Pasión, bonita palabra la que me habían colocado. Allí dentro, estuve un buen rato viendo la imagen de Ntro.Padre Jesús de la Pasión, en su majestuoso paso, plateado y dorado, con su cruz a cuestas y su túnica bordada en oro, en los Altares de alrededor del Templo, estaban las imágenes de Santa Justa y  Rufina, la Virgen de los Reyes, en un retablo el Santísimo Cristo del Amor, Ntra.Sra. del Socorro y Santiago Apóstol, en otro altar, la tan querida y conocida por los niños Borriquita con Jesús en su lomo, en la parte derecha de la Iglesia, detrás de una verja estaba la Señora de la Merced, en otro altar, la Virgen del Rocío, la llamada Hermandad de Sevilla, en fin, todo un lujo de belleza, quedé impresionada con los ángeles lampareros que sobresalían en las alturas, a ambos lados del Altar Mayor.

Cuando me hube recreado de las imágenes de esta Iglesia Colegial del Divino Salvador, salí por la puerta trasera, giré a la izquierda y tomé dirección calle Cuna, en el cruce con la calle Imagen, vi que la iglesia de Los Panaderos estaba cerrada, una pena, ante esta situación, giré a la derecha y mi intención era ir a la Iglesia de la Anunciación, comúnmente conocida como El Valle, que también estaba cerrada, así que, entre tanta caminata mis pies querían descansar. Como estaba tan cerca de las llamadas setas de la Plaza de la Encarnación, me propuse visitarla por las alturas, ya que todavía no lo había hecho, la visita para los sevillanos es gratuita, así que cogí el ascensor y subí al cielo de Sevilla, lo primero que hice fue sentarme y pedir un cafelito para descansar un ratito. Contemplar las vistas desde allí arriba, es una pasada, impresionantes, maravillosas, ver Sevilla en sus trescientos sesenta grados, es un placer, ver las intimidades de las casas cercanas, de las terrazas de los hoteles, de las calles, ver las personas paseando, el Aljarafe, las torres de las Iglesias, de los Conventos, de las Capillas, ver los edificios más altos de Sevilla, el Puente de la Barqueta, del Alamillo, la Expo.... ¡ qué bonito se ve Sevilla desde esa altura !, aunque el tiempo estaba nublado, las vistas eran nítidas y coloridas.

Cuando pasó un buen rato, bajé y me dispuse a continuar con mi camino de la cruz, tomé el ascensor para bajar y  me encaminé por la calle José Gestoso dirección El Corte Inglés, atravesé la Gavidia y llegué a la Plaza de San Lorenzo, para ver al Señor del Gran Poder, si la cola de Pasión era larga, esta cola era más todavía, hice la misma operación, buscar el final de la cola, andar y andar la calle...hasta llegar a la Alameda, un pasote, allí se encontraba el final, ahora tardaría en desandar el camino unos veinte minutos más o menos, a pie parado, en silencio, con dolor de pies, pero pensé: "el camino de la cruz" no es fácil, es así, cuando llego a la entrada de la Basílica se te quitan todos los dolores, recibo una estampita de Señor, cuando entrego una limosna, me la guardo. Me voy acercando cada vez más y las personas con sus móviles y sus cámaras, no paran de fotografiar su imagen, quieren tener un recuerdo de este día, si hubiera podido salir, habría sido algo extraordinario ya que el Señor siempre sale de Madrugá, no suele salir con luz del día, salvo excepciones, como hubiera sido ocurrido, en caso de haber salido, hoy, en el Vía Crucis Extraordinario. Allí estuve sentada frente al Señor un buen rato, multitud de personas entraban y salían, imagino a cada una de ellas pidiéndoles al Señor Salud, Fortaleza, Paciencia, Templanza, Felicidad, Comprensión, cada uno lo suyo, yo también pedí algo, para mí y los míos.

Me despedí de Él, hasta la próxima vez que lo visitara. Salí de la Plaza, seguía habiendo cola, continué caminando por la calle Martínez Montañes y me dirijí a la Parroquia de San Vicente, para ver Las Siete Palabras que también tenía que procesionar, pero que también se quedó en su casa. Allí la cola era más pequeña, un chico muy simpático me empezó a hablar del Vía Crucis, de los rumores de las hermanades si saldrían o no, de la música, en fin....fue amena la espera. Una vez dentro me acerqué a ver el paso con todas las figuras que lo componían, el crucificado Santísimo Cristo de las Siete Palabras, junto a María Santísima de los Remedios, Ntra.Sra.de la Cabeza y San Juan Evangelista, junto al mismo rondaban los costaleros de la hermandad, no había visto a ninguno en las iglesias en las que había estado. También ví a Ntro Padre Jesús de las Penas, arrodillado casi caído en el suelo con la cruz a cuestas y a su derecha la imagen de María Santísima de los Dolores, en fin, me senté otra vez a rezar otro poquito y a seguir pidiendo, sobre todo en estos momentos de cambio.

Al salir de esta Iglesia, eran pasadas las seis y media, había mucha gente en la puerta, tantas que no se podía pasar a la otra acera, así que opté por girar a la derecha y llegué a la calle Alfonso XXII, en dirección Convento de San Gregorio, para ver El Santo Entierro, pero esta vez la cola daba la vuelta al Corte Inglés así que, como los pies ya me estaban dando punzaditas, con los tacones, no me paré, tomé la calle O'Donnell y llegué a la Capilla de Montserrat, la cola daba la vuelta a la calle, así que desde fuera, desde la puerta, vi el paso con los tres crucificados, Jesús y los dos ladrones, el bueno y el malo, por eso se le llama a este paso la conversión del buen ladrón y Ntra.Madre y Sra. de Montserrat, le recé otro Padrenuestro y me dispuse a coger camino de vuelta, esta vez a ritmo más despacio pasé por la calle Reyes Católicos, atravesé de nuevo el Puente de Triana, calle San Jacinto, pasé por la Estrella, seguía teniendo cola y cogí el coche hasta mi casita donde estoy descansando.

El Camino ha sido Largo, el Dolor de pies ha sido Intenso, pero como dice el refrán: "Sarna Con Gusto No Pica", mi Vía Crucis Extraordinario se resume en tres: "SIETE PALABRAS", "PASIÓN" y "PODER".



jueves, 14 de febrero de 2013

Cuento hindú


Sari era un hombre con aspiraciones espirituales sinceras y se había propuesto llevar a cabo una larga peregrinación a Benarés para bañarse en el Ganges. Antes de partir, se encontró con un maestro que le preguntó:
      - ¿ Para qué quiere ir ?
      - Para ponerme en contacto con Dios.
El maestro le ordenó:
      - Dame ahora mismo todo el dinero que llevas para el viaje.
Sari le entregó el dinero, el maestro se lo guardó en el bolsillo, y dijo:
      - Sé que habrías acudido a Benarés y te hubieses lavado en el Ganges. Pues bien, en lugar de eso, lávate con el agua que llevo en mi cantimplora.
Sari tomó el agua y se lavó la cara y las orejas. El maestro, satisfecho, declaró a continuación:
      - Ahora ya has conseguido lo que te proponías. Ya puedes regresar a tu casa con el alma serena, aunque antes quiero decirte algo más. Desde que fue constituido Benarés, Dios no ha morado allí ni un solo minuto. Pero desde que fue creado el corazón del hombre, Dios no ha dejado de habitar en él ni un solo instante. Ve a tu casa y medita. Y, siempre que lo necesites, viaja a tu propio corazón.

miércoles, 13 de febrero de 2013

El Silencio que habla




Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.

Tu sentido más interno de tí mismo, tu sentido de quién eres, es inseparable de la quietud. Ése es el Yo Soy, que es más profundo que el nombre y la forma.

La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.

Cuando miras un árbol o un ser humano desde la quietud, ¿quién está mirando?. Algo más profundo que la persona. La conciencia está mirando a su creación.

En la Biblia se dice que Dios creó el mundo y vio que era bueno. Eso es lo que ves cuando miras sin pensamiento, desde la quietud.

Cuando estés inmerso en el pensamiento convulsivo, estás evitando lo que es. No quieres estar donde estás: Aquí, Ahora.

El reino de la conciencia es mucho más vasto de lo que el pensamiento puede entender. Cuando dejes de creerte todo lo que piensas, sales del pensamiento y ves con claridad que el pensador no es quién tú eres.

La mente busca alimento incesantemente, y no sólo para el pensamiento; está buscando alimento para su identidad, para su sentido del yo. Así es como el ego ( el yo separado ) viene a la existencia y se recrea continuamente a sí mismo.

El sentido del yo característico del ego, necesita el conflicto, porque su identidad separada se fortalece al luchar contra esto o contra lo otro, y al demostrar que esto soy "yo" y eso no soy "yo".

Cuando se mira superficialmente, parece que el momento presente es uno entre muchos, muchos momentos. Cada día de tu vida parece estar compuesto por miles de momentos en los que ocurren distintas cosas. Pero, si miras más a fondo, ¿no hay siempre un único momento?. ¿No es la vida siempre "este momento"?.

Este momento - El Ahora - es la única cosa de la que nunca puedes escapar, el único factor constante en tu vida, hay una cosa segura: siempre es Ahora.

Cuando te haces amigo del momento presente, te sientes en casa donde quieras que estés. Si no te sientes cómodo en el Ahora, te sentirás incómodo donde quieras que vayas.

Yo no soy mis pensamientos, mis emociones, mis percepciones sensoriales y experiencias. Yo no soy el contenido de mi vida. Yo soy Vida. Yo soy el espacio en el que ocurren todas las cosas. Yo soy Conciencia. Yo soy el Ahora. Yo Soy.

No puedes encontrarte a tí mismo en el pasado o en el futuro. El único lugar donde puedes encontrarte es en el Ahora.

Todas las cosas naturales, además de estar unificadas consigo mismas, están unificadas con la totalidad. No se han apartado del entramado de la totalidad reclamando una existencia separada: "yo" y el resto del Universo. La contemplación de la naturaleza puede liberarte del "yo", el gran creador de conflictos.

Necesitas que la naturaleza te enseñe y te ayude a reconectar con tu Ser. Pero tú no eres el único necesitado, ella también te necesita a tí. No estás separado de la naturaleza. Todos somos parte de la Vida Una que se manifiesta en incontables formas en el todo el Universo, formas que están, todas ellas, completamente interconectadas.

Cuando reconoces la santidad, la belleza, la increíble quietud y dignidad en las que una flor o un árbol existen, tú añades algo a esa flor o a ese árbol. A través de tu reconocimiento, tu conciencia, la naturaleza llega a conocerse a sí misma. ¡ Alcanza a conocer su propia belleza y sacralidad a través de tí !.

Un gran espacio silencioso contiene en su abrazo la totalidad del mundo natural. Y también te contiene a tí.

La naturaleza puede llevarte a la quietud. Ése es su regalo para tí. Cuando percibes la naturaleza y te unes a ella en el campo de la quietud, éste se llena de tu conciencia. Ése es tu regalo a la naturaleza.

La muerte no es lo contrario de la vida. La vida no tiene opuesto. Lo opuesto de la muerte es el nacimiento. La vida es eterna.

Eckhart Tolle


Después de un largo y duro día de trabajo, he llegado a casa, agotada....me he puesto los botines y me he ido a pasear por el pueblo, a ritmo no muy ligero; necesitaba estirar las piernas, respirar aire puro y "AQUIETARME".

He cenado algo ligero, me he sentado en el sofá y he abierto mi correo. Cuál ha sido mi sorpresa cuando leo el asunto: "El Silencio que habla" y me he alegrado cuando la persona que me lo enviaba, un buen amigo, añadía: " No dejes de verlo y hazlo en un momento de calma. MERECE LA PENA !!! "

Y de veras que ha merecido la pena leerlo, tanto es así, que por su contenido, no he podido resisitirme a compartirlo en este medio. Hacía solo una semana que tuve el libro entre mis manos, en una librería de la calle Luis Montoto, lo recuerdo ahora, como una anécdota, buscaba un regalo para una persona especial y al final me hacen a mí este regalo, ¡¡¡ curiosidades de la vida !!!. Gracias J.M.




lunes, 11 de febrero de 2013

Manual del guerrero de la luz



Un guerrero de la luz a veces piensa: "Todo lo que yo no haga, no será hecho".
Pero no es exactamente así: él debe actuar, pero debe dejar también que el Universo actúe en su debido momento.

Un guerrero de la luz necesita amor.
El afecto y el cariño forman parte de su naturaleza, tanto como el comer, beber o el gusto por el Buen Combate. Cuando el guerrero no se siente feliz ante una puesta de sol, es que algo anda mal. En este momento, interrumpe el combate y va en busca de compañía, para contemplar juntos el atardecer.
Si tiene dificultades para encontrarla, se pregunta a sí mismo: "¿Tuve miedo de aproximarme a alguien? ¿Recibí afecto y no lo percibí?"

Un guerrero de la luz usa la soledad, pero no es usado por ella.

Un guerrero de la luz muchas veces se desanima.
Siente que nada consigue despertar la emoción que deseaba. Muchas tardes y noches debe permanecer manteniendo una posición conquistada sin que ningún acontecimiento nuevo le devuelva el entusiasmo.
Sus amigos comentan: "Tal vez su lucha haya terminado".
El guerrero siente dolor y confusión al escuchar estos comentarios porque sabe que aún no llegó hasta donde quería. Pero es obstinado, y no abandona lo que había decidido hacer.
Entonces, cuando menos lo espera, una nueva puerta se abre.

El guerrero de la luz conoce la importancia de la intuición.
En medio de la batalla, no tiene tiempo para pensar en los golpes del enemigo. Entonces usa su instinto y obedece a su ángel.
En tiempos de paz, descifra las señales que Dios le envía.
La gente dice: "Está loco".
O bien: "Vive en un mundo de fantasía".
O también: "¿Cómo puede confiar en algo que no tiene lógica?"
Pero el guerrero sabe que la intuición es el alfabeto de Dios, y continúa escuchando el viento y hablando con las estrellas.

El guerrero de la luz no siempre tiene fe.
Hay momentos en los que no cree absolutamente en nada. Y pregunta a su corazón: "¿Valdrá la pena tanto esfuerzo?"
Pero el corazón continúa callado. Y el guerrero debe decidir por sí mismo.
Entonces él busca un ejemplo. Y recuerda que Jesús pasó por algo semejante, para poder vivir la condición humana con toda su plenitud.
"Aparta de mí este cáliz", dijo Jesús. También él perdió el ánimo y el valor, pero no se detuvo.

El guerrero de la luz continúa sin fe.
Pero sigue adelante, y la fe terminará volviendo.
Para el guerrero, no existe amor imposible.
Él no se deja intimidar por el silencio, por la indiferencia o por el rechazo. Sabe que, tras la máscara de hielo que usan las personas, existe un corazón de fuego.
Por eso el guerrero arriesga más que los otros. Busca incesantemente el amor de alguien, aun cuando esto signifique escuchar muchas veces la palabra "no", regresar a casa derrotado, sentirse rechazado en cuerpo y alma.
Un guerrero no se deja asustar cuando busca lo que necesita. Sin amor, él no es nada.

El guerrero de la luz confía.
Porque cree en milagros, los milagros empiezan a suceder. Porque está seguro de que su pensamiento puede cambiar su vida, su vida empieza a cambiar. Porque está convencido de que encontrará el amor, este amor aparece.
De vez en cuando se decepciona. A veces, recibe golpes.
Entonces, escucha comentarios: ""¡Qué ingenuo es!"
Pero el guerrero sabe que vale la pena. Por cada derrota, tiene dos conquistas a su favor.
Todos los que confían lo saben.

El guerrero de la luz nunca olvida el viejo proverbio: el buen cabrito no chilla.
Las injusticias existen. Todos se ven envueltos en situaciones inmerecidas, generalmente cuando no se pueden defender. Muchas veces la derrota llama a la puerta del guerrero.
En esas ocasiones, él permanece en silencio. No gasta energía en palabras, porque ellas no pueden hacer nada; es mejor usar las fuerzas para resistir, tener paciencia y saber que Alguien está vigilando. Alguien que vio el sufrimiento injusto y no se conforma con ello.
Este Alguien le da lo que él necesita: tiempo. Tarde o temprano, volverá a trabajar en su favor.

Un guerrero de la luz es sabio; no comenta sus derrotas.

Un guerrero de la luz siempre tiene una segunda oportunidad en la vida.
Como todos los demás hombres y mujeres, él no nació sabiendo manejar su espada, y cometió muchas equivocaciones antes de descubrir su Leyenda Personal.
Ningún guerrero puede sentarse en torno a la hoguera y decir a los otros: “Siempre actué correctamente”. Quien afirma esto está mintiendo, y aún no aprendió a conocerse a sí mismo. El verdadero guerrero de la luz ya cometió injusticias en el pasado.
Pero en el transcurso de la jornada, percibe que las personas con quienes actuó injustamente siempre se vuelven a cruzar en su camino.
Es su oportunidad de corregir el mal que les causó. Y él siempre la utiliza, sin vacilar.
El luchador experto aguanta insultos, conoce la fuerza de su puño, la habilidad de sus golpes. Ante un ponente desprevenido, le basta mirar al fondo de los ojos para vencerlo sin necesidad de llevar la lucha a un plano físico.
A medida que el guerrero aprende con su maestro espiritual, la luz de la fe también brilla en sus ojos, y él no precisa probar nada a nadie. No importan los argumentos agresivos del adversario, diciendo que Dios es una superstición, que los milagros son trucos, que creer en ángeles es huir de la realidad.
Como buen luchador, el guerrero de la luz conoce su inmensa fuerza, pero jamás lucha con quien no merece el honor del combate.

El guerrero de la luz debe recordar siempre las cinco reglas del combate, escritas por Chuan Tzu hace tres mil años.
  1. La fe: antes de entrar en una batalla, hay que creer en el motivo de la lucha.
  2. El compañero: escoge a tus aliados y aprende a luchar acompañado, porque nadie vence una guerra solo.
  3. El tiempo: una lucha en el invierno es diferente a una lucha en el verano; un buen guerrero presta atención al momento adecuado de entrar en combate.
  4. El espacio: no se lucha en un desfiladero de la misma manera que un una llanura. Considera lo que existe a tu alrededor, y la mejor manera de moverte.
  5. La estrategia: el mejor guerrero es aquel que planifica su combate.
El guerrero de la luz, cuando aprende a manejar su espada, descubre que su equipo necesita completarse, y esto incluye una armadura.
Él sale en busca de su armadura y escucha las propuestas de varios vendedores.
  • “Usa la coraza de la soledad”, dice uno.
  • “Usa el escudo del cinismo”, responde otro.
  • “La mejor armadura es no enredarse en nada”, afirma un tercero.
El guerrero, sin embargo, no les hace caso. Con serenidad, va hasta su lugar sagrado y viste el manto indestructible de la fe.
La fe detiene todos los golpes. La fe transforma el veneno en agua cristalina.

El guerrero de la luz contempla las dos columnas que están al lado de la puerta que quiere abrir.
Una se llama Miedo, la otra se llama Deseo. El guerrero contempla la columna del Miedo y allí está escrito: “Vas a entrar en un mundo desconocido y peligroso, donde todo lo que aprendiste hasta ahora no servirá para nada”.
El guerrero mira la columna del Deseo, y allí está escrito: “Vas a salir de un mundo conocido, donde están guardadas las cosas que siempre quisiste, y por las cuales luchaste tanto”.
El guerrero sonríe, porque no existe nada que lo asuste ni nada que lo retenga. Con la seguridad de quien sabe lo que quiere, él abre la puerta.



Paulo Coelho


He sacado del baul de los recuerdos este precioso libro, os aconsejo su lectura.
Me siento identificada con el guerrero de la luz, en este momento, aunque mi naturaleza sea femenina, no por ello dejo de tener una parte masculina muy potente, jejeje....
He resaltado los párrafos que considero más interesantes; cada vez que los releo, se me vienen a la cabeza, experiencias vividas, fantasías, personas que han pasado por mi vida y ya no están....se me viene al corazón, sentimientos, deseos, emociones, risas y lágrimas, personas que comparten su vida conmigo y permanecen a mi lado....forjando mi Leyenda Personal.

sábado, 2 de febrero de 2013

Oliva


Hoy día 2 de Febrero, es el día de la Patrona de Salteras, Ntra.Sra.de la Oliva, así que....
" Felicidades " a todas las Olivas que conozco....

Hoy también, se inaugura en Salteras la escultura hecha en acero de la Virgen, por el escultor Chiqui Díaz.

He tenido el privilegio de fotografiar el molde de la Virgen de la Oliva, que ha servido para que, a partir de Hoy, ya terminada....sea expuesta en la entrada del pueblo para todos los saltereños y sus visitantes.

La Virgen de la Oliva ha nacido en Olivares, en un sitio precioso, ha estado acompañada de buena gente, rodeada de muchos Olivos, ha visto recoger sus frutos, las Olivas y precisamente, a partir de Hoy, todos los que tendremos el honor de pasar por su lado día a día, la Cuidaremos, Respetaremos, Abonaremos con un fertilizante muy especial...."el cariño a la madre".