domingo, 17 de febrero de 2013

Vía Crucis Extraordinario




Vía crucis

(Loc. lat.; literalmente, 'camino de la cruz').

1. m. Camino señalado con diversas estaciones de cruces o altares, que se recorre rezando en cada una de ellas, en memoria de los pasos que dio Jesucristo caminando al Calvario.
2. m. Conjunto de catorce cruces o de catorce cuadros que representan los pasos del Calvario, y se colocan en las paredes de las iglesias.
3. m. Ejercicio piadoso en que se rezan y conmemoran los pasos del Calvario.
4. m. Libro en que se contiene este rezo.
5. m. Trabajo, aflicción continuada que sufre una persona.


Hoy Sevilla tenia previsto realizar un Vía Crucis Extraordinaorio, catorce Hermandades iban a realizar el "Camino de la Cruz" a la Santa Catedral. 

La lluvia, aunque escasa, lo ha impedido, así que en vez de salir las imágenes a la calle, los sevillanos hemos ido a visitarlas a sus Iglesias, a sus Templos, a sus Capillas,... 

Ha sido una experiencia gratificante, entre unos motivos y otros, al final he hecho solita mi "Vía Crucis Extraordinario" por las calles de Sevilla.

Primero fuí a San Gonzalo, llegué a la Iglesia, a eso de las dos y media, cuando ví la cola, para entrar, me acerqué a la puerta, recé un Padrenuestro desde fuera y no la esperé, era impresionante la cantidad de personas que mueve esta hermandad.

Así que visto lo que me había acontecido, me dispuse a caminar por San Jacinto a buscar la Estrella, para ver qué me esperaba allí. Esta vez, la cola era menos larga, pero como las puertas del Templo estaban abiertas, y desde fuera se veía el paso con Ntro.Padre Jesús de las Penas, opté por hacer lo mismo que antes, estuve un ratito fuera, contemplando la imagen y me fuí sin esperar cola.

De allí me desplacé para ver la Esperanza de Triana, aunque esta hermandad no tenía que hacer el Camino de la Cruz, por cercanía a la zona en la que me encontraba, fui a visitarla, allí estaba en su altar ella, a su lado, en otro retablo aún sin terminar, tallado en madera, el Cristo de las tres Caídas, me senté frente a él, las personas haciendo fotografías a estas imágenes tan queridas entre los trianeros y recé.

Salí de la Capilla, giré a la derecha y llegué al Altozano, crucé el Puente de Triana y me encaminé hacia la Iglesia de los toreros, El Baratillo, andando andando pasé por La Carretería y por la Capilla del Dos de Mayo, más conocida como Las Aguas, no teniendo suerte en ninguna de ellas, ya que estaban cerradas a la hora que pasé, sobre las tres y media.

Por la calle Arfe llegué al Postigo y me entretuve viendo una Exposición de Artesanos de Sevilla, me di una vuelta por el mercado, sin comprar nada, crucé el Arco del Postigo, me paré y santigué al pasar por la Capillita La Pura y Limpia.

De ahí me dirigí hacia la Catedral, atravesé la Avenida de la Constitución y llegué a la Plaza del Salvador, la cola para llegar a la Iglesia, llegaba a la calle Córdoba, pero esta vez, tuve paciencia y como vi que iba rápida la cosa, me fui para el final para no colarme, al entrar dí un donativo y me colocaron una pegatina de la hermandad, Pasión, bonita palabra la que me habían colocado. Allí dentro, estuve un buen rato viendo la imagen de Ntro.Padre Jesús de la Pasión, en su majestuoso paso, plateado y dorado, con su cruz a cuestas y su túnica bordada en oro, en los Altares de alrededor del Templo, estaban las imágenes de Santa Justa y  Rufina, la Virgen de los Reyes, en un retablo el Santísimo Cristo del Amor, Ntra.Sra. del Socorro y Santiago Apóstol, en otro altar, la tan querida y conocida por los niños Borriquita con Jesús en su lomo, en la parte derecha de la Iglesia, detrás de una verja estaba la Señora de la Merced, en otro altar, la Virgen del Rocío, la llamada Hermandad de Sevilla, en fin, todo un lujo de belleza, quedé impresionada con los ángeles lampareros que sobresalían en las alturas, a ambos lados del Altar Mayor.

Cuando me hube recreado de las imágenes de esta Iglesia Colegial del Divino Salvador, salí por la puerta trasera, giré a la izquierda y tomé dirección calle Cuna, en el cruce con la calle Imagen, vi que la iglesia de Los Panaderos estaba cerrada, una pena, ante esta situación, giré a la derecha y mi intención era ir a la Iglesia de la Anunciación, comúnmente conocida como El Valle, que también estaba cerrada, así que, entre tanta caminata mis pies querían descansar. Como estaba tan cerca de las llamadas setas de la Plaza de la Encarnación, me propuse visitarla por las alturas, ya que todavía no lo había hecho, la visita para los sevillanos es gratuita, así que cogí el ascensor y subí al cielo de Sevilla, lo primero que hice fue sentarme y pedir un cafelito para descansar un ratito. Contemplar las vistas desde allí arriba, es una pasada, impresionantes, maravillosas, ver Sevilla en sus trescientos sesenta grados, es un placer, ver las intimidades de las casas cercanas, de las terrazas de los hoteles, de las calles, ver las personas paseando, el Aljarafe, las torres de las Iglesias, de los Conventos, de las Capillas, ver los edificios más altos de Sevilla, el Puente de la Barqueta, del Alamillo, la Expo.... ¡ qué bonito se ve Sevilla desde esa altura !, aunque el tiempo estaba nublado, las vistas eran nítidas y coloridas.

Cuando pasó un buen rato, bajé y me dispuse a continuar con mi camino de la cruz, tomé el ascensor para bajar y  me encaminé por la calle José Gestoso dirección El Corte Inglés, atravesé la Gavidia y llegué a la Plaza de San Lorenzo, para ver al Señor del Gran Poder, si la cola de Pasión era larga, esta cola era más todavía, hice la misma operación, buscar el final de la cola, andar y andar la calle...hasta llegar a la Alameda, un pasote, allí se encontraba el final, ahora tardaría en desandar el camino unos veinte minutos más o menos, a pie parado, en silencio, con dolor de pies, pero pensé: "el camino de la cruz" no es fácil, es así, cuando llego a la entrada de la Basílica se te quitan todos los dolores, recibo una estampita de Señor, cuando entrego una limosna, me la guardo. Me voy acercando cada vez más y las personas con sus móviles y sus cámaras, no paran de fotografiar su imagen, quieren tener un recuerdo de este día, si hubiera podido salir, habría sido algo extraordinario ya que el Señor siempre sale de Madrugá, no suele salir con luz del día, salvo excepciones, como hubiera sido ocurrido, en caso de haber salido, hoy, en el Vía Crucis Extraordinario. Allí estuve sentada frente al Señor un buen rato, multitud de personas entraban y salían, imagino a cada una de ellas pidiéndoles al Señor Salud, Fortaleza, Paciencia, Templanza, Felicidad, Comprensión, cada uno lo suyo, yo también pedí algo, para mí y los míos.

Me despedí de Él, hasta la próxima vez que lo visitara. Salí de la Plaza, seguía habiendo cola, continué caminando por la calle Martínez Montañes y me dirijí a la Parroquia de San Vicente, para ver Las Siete Palabras que también tenía que procesionar, pero que también se quedó en su casa. Allí la cola era más pequeña, un chico muy simpático me empezó a hablar del Vía Crucis, de los rumores de las hermanades si saldrían o no, de la música, en fin....fue amena la espera. Una vez dentro me acerqué a ver el paso con todas las figuras que lo componían, el crucificado Santísimo Cristo de las Siete Palabras, junto a María Santísima de los Remedios, Ntra.Sra.de la Cabeza y San Juan Evangelista, junto al mismo rondaban los costaleros de la hermandad, no había visto a ninguno en las iglesias en las que había estado. También ví a Ntro Padre Jesús de las Penas, arrodillado casi caído en el suelo con la cruz a cuestas y a su derecha la imagen de María Santísima de los Dolores, en fin, me senté otra vez a rezar otro poquito y a seguir pidiendo, sobre todo en estos momentos de cambio.

Al salir de esta Iglesia, eran pasadas las seis y media, había mucha gente en la puerta, tantas que no se podía pasar a la otra acera, así que opté por girar a la derecha y llegué a la calle Alfonso XXII, en dirección Convento de San Gregorio, para ver El Santo Entierro, pero esta vez la cola daba la vuelta al Corte Inglés así que, como los pies ya me estaban dando punzaditas, con los tacones, no me paré, tomé la calle O'Donnell y llegué a la Capilla de Montserrat, la cola daba la vuelta a la calle, así que desde fuera, desde la puerta, vi el paso con los tres crucificados, Jesús y los dos ladrones, el bueno y el malo, por eso se le llama a este paso la conversión del buen ladrón y Ntra.Madre y Sra. de Montserrat, le recé otro Padrenuestro y me dispuse a coger camino de vuelta, esta vez a ritmo más despacio pasé por la calle Reyes Católicos, atravesé de nuevo el Puente de Triana, calle San Jacinto, pasé por la Estrella, seguía teniendo cola y cogí el coche hasta mi casita donde estoy descansando.

El Camino ha sido Largo, el Dolor de pies ha sido Intenso, pero como dice el refrán: "Sarna Con Gusto No Pica", mi Vía Crucis Extraordinario se resume en tres: "SIETE PALABRAS", "PASIÓN" y "PODER".



No hay comentarios:

Publicar un comentario